Antes de continuar con el segmento de esta historia les hago notar que la narración la he acompañado de guiones de dialogo, tratando de captar de la manera mas fidedigna las palabras de los involucrados, por lo cual el articulo tomara tintes de novela o cuento sin dejar de ser una recopilación de datos reales de un suceso innegable, a pesar de su formato todo lo aquí escrito son los hechos sufridos por Namy en el jardín de niños “cuitlahuac” zona 25, sector 10 san Rafael Coacalco estado de México, siendo la directora la Prof. Ma. Lorenza Barrera López. Desconozco si esta persona continúa en dicho puesto, espero por el bien de los preescolares que no sea así y que la plantilla completa del jardín de niños ya haya sido cambiada pues la maestra involucrada directamente con el pequeño Namy la educadora Victoria B.S. estaba perfectamente coludida en los descuidos y sus repercusiones. Aclarado lo anterior continúo:
“¿bullying o descuido?” 3ª parte.
Diez minutos después Namy se encontraba tendido en la plancha del consultorio haciendo grandes esfuerzos por respirar mientras el doctor lo examina y estabilizaba, una vez logrado el cometido el veredicto del galeno fue definitivo, había sufrido un trauma por aplastamiento a nivel del tórax lo que había hecho que perdiera todo el oxigeno de sus pulmones y recuperarlo le costaba trabajo por la inflamación alrededor, el niño ya mas tranquilo conto su historia – estábamos jugando a los monstruos – dijo ya mas tranquilo – jugábamos en las jardineras junto al palo para la bandera – el asta – y nos empujamos y caímos, bueno… - corrigió – me cayeron encima todos –
- ¿Cuántos son todos? – Namy hizo la cuenta con sus dedos y respondió – cinco amigos – el doctor se levanto y con el estetoscopio continuo examinado su respiración mientras preguntaba - ¿Qué mas paso? –
- Sonó la chicharra y mis amigos corrieron al salón –
- ¿no te levantaron? – pregunto angustiado su padre – no por que la maestra dice que ya estamos grandes para que nos anden llevando al salón, yo un pude pararme estaba muy duro y no jalaba aire –
- Es natural confirmo el doctor –
- Solo me gire – aseguro el niño.
- ¿Cómo? – el doctor había encontrado algún detalle interesante.
- Estaba con la cara en el suelo y me voltee para arriba – respondió Namy.
- Pues fue lo mejor que pudiste hacer amiguito – el doctor explico que debido a las marcas y la forma del aplastamiento si su cara hubiera seguido en el suelo las cosas se hubiesen puesto mucho peores incluso morir, al girarse dio la oportunidad de que la nariz y boca quedaran libres y así pudiera oxigenar débilmente – yo no lo sabia – aseguro inocentemente el niño mas recuperado – yo me di vuelta por que escuche a la señora que barre y a una maestra –
- ¿las escuchaste o las viste? – su padre sintió curiosidad aun que no le sorprendía el descuido del lugar eso le alerto mas.
- Las vi – Namy – pasaron junto de mi, yo les intente gritar, levante mi mano pero se fueron –
- ¿te vieron? –
- Si – la respuesta helo la sangre de su padre. Lo habían visto dos personas, la conserje y una maestra y simplemente lo ignoraron, se siguieron en su plática y dejaron a un niño tirado en una jardinera pidiendo ayuda y sin poder respirar.
- Yo no se usted señor – menciono el doctor – pero si fuera mi caso demandaría a la escuela, Namy tubo mucha suerte de girarse y estar vivo, su posición mas el hecho de que seguro estaba a pleno rayo de sol lo pudieron asfixiar – después de extender la receta y explicar las recomendaciones padre e hijo salieron rumbo a su casa, todo el tiempo el padre estuvo callado, pensativo, Namy no entendía bien lo que sucedía el aun no comprendía el alcance del peligro al que estuvo expuesto.
Al principió de este segmento se anunciaba la pregunta ¿bulling o descuido? Bueno la verdad es que una va de mano de la otra el bulling en preescolares nace cuando el control se pierde cuando ellos niños y niñas en su primer actividad escolar llenos de ímpetu y ávidos de jugar con sus nuevos amigos pierden la dimensión del juego y del peligro sobretodo en los chicos, es ahí donde deberían estar los maestros y maestras a quienes se les otorga la confianza de educar y controlar de manera sabia ese ímpetu, canalizarlo a mejores cosas que darse de topes unos contra otros, tal vez el bulling en preescolar no sea intencionado pero si nace como un acto reflejo en el juego.
Punto muy aparte en este caso es la negligencia con la que se conducen los adultos que operan estas escuelas publicas, lo vieron ahí tirado apenas levantando la mano y se siguieron de largo, no lo asistieron es mas no le preguntaron que hacia en una jardinera tirado, obviamente el menor no podía gritar al tener una clara falta de oxigeno. ¿y que hay de a maestra? Se imaginan la cantidad de descuido cotidiano que se necesita para llegar de recreo y no notar que falta un alumno, increíble pero cierto esa es la clase de neófitas que cuidan a los estudiantes mas pequeños, lamentablemente es así Namy ya casi recuperado por la noche conto a sus papas su experiencia, cuando recupero un poco de aire se levanto dificultosamente, camino al salón entre los chismorreos de varias personas que ni lo notaron entre esas personas la directora del plantel y la secretaria de la dirección, a la que reconoció por un traje blanco y negro que llevaba, la que lo vio tirado y llorando y ni siquiera se toco el corazón como ser humano dejando a un niño de kínder en el suelo, casi vomitando, llorando entrecortado.
Namy llego a su salón y todavía tuvo que aguantar el regaño de la maestra por no estar adentro a su hora, Namy trato de explicarle con el dolor agobiándolo pero aquella nefasta mujer solo lo ignoro y lo mando a sentarse.
Aquella noche comenzaron las pesadillas, Namy no volvería ser el mismo.
continua...“el encubrimiento”
Francisco Gonzalez Reyna.2011.
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