sábado, 16 de abril de 2011

Dibujo, sobre tabla de apoyo.

En la imagen marcada como “A” vemos el tablero casi horizontal como resultaría al dibujar en una mesa completamente plana o la ligera inclinación de un restirado estándar, como pueden apreciar mi brazo cubre hasta el codo el borde inferior de la cartulina firmemente sujeta, es algo molesto y podemos llegar a perder la perspectiva de la dimensión y profundidad.

Ahora bien en la imagen marcada como “B” levanto verticalmente el tablero, la diferencia es muy clara, recargado en mis rodillas la parte superior y media del espacio a tratar es muy clara, se aprecia claramente y sin esfuerzo, se puede dibujar sin rozar todo el brazo en la superficie blanca, lo único que tiene contacto es la punta del lápiz 6B perfectamente afilada con el afilador de lija suave, como debe ser, incluso al borrar los sobrantes simplemente caen. En la próxima entrega de este serial de post veremos como surge el dibujo con tan solo lápiz, goma clásica y afilador sobre el tablero. Inténtelo y platíquenme que resultados obtuvieron, atte. Profesor en artes visuales. Francisco González Reyna.

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