Rescatando a un clásico, restauración por Frank González.
Una de las series televisivas mas exitosas de los años ochentas fue Mask, una serie de dibujos animados en donde un ambos bandos hacían gala de ingeniosos vehículos ordinarios que se transformaban en poderosas armas, con la alegoría publicitaria “donde la ilusión es el arma final” los capítulos trascendían entre conspiraciones internacionales donde un grupo secreto (M.A.S.K.) liderado por el millonario Matt Trakker combatía contra la siniestra organización terrorista conocida como “V.EN.O.M.”. El argumento de la serie era muy básico pero ingenioso un marco perfecto para los vehículos que muy pronto se vendieron siendo la marca Kenner la responsable de su ensamblaje en Estados Unidos con piezas fundidas en china en su mayoría.
En su segunda temporada y oleada de juguetes el vehículo insignia fue el llamado “Volcano” una camioneta con enormes neumáticos, en su forma de batalla la camioneta se abría por la mitad describiendo un cañón doble, los rines se convertían y cuchillas además de muchos cañones mas otro de sus atractivos era que tenia el modo motorizado, avanzaba solo y realizaba la mitad de su transformación de manera independiente al andar.
Ahora bien uno de los mas grandes placeres de ser coleccionista de juguetes es el tema de la remodelación, muchos de ustedes amables lectores recordaran la escena Toy History 2 cuando un viejecillo de afable e inalterable paciencia le da toda una restauración al vaquero Woody que en una de sus aventuras con Andy, pierde el brazo derecho, bueno eso es una restauración y muchos coleccionistas de juguetes como yo solemos practicar esa difícil arte por pura afición y por la incomparable emoción de reintegrar su antigua gloria a un sobreviviente.
Para mi un juguete que tras varios años, muchas manos, buenos y malos tratos y la batalla contra el implacable tiempo es un sobreviviente y merece dedicarle tiempo, dinero y esfuerzo para regresarle su magnificencia original. La restauración de juguetes es un arte casi olvidado pues es más fácil esperar una reedición especial o comprar nuevas líneas. Sin embargo la emoción de aplicar distintas técnicas de reparación minuciosamente es única, bueno aquí tengo una nueva oportunidad de rescatar a un guerrero, a un clásico y se las quiero compartir. Prof. Francisco González Reyna.
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