
Bob Ross siempre nos dijo que no existían los errores, solo accidentes felices, eso en el caso del oleo, pero la acuarela es otra historia, la acuarela o aguada no admite errores, en el caso de Fco. Tsunamy y de todos mis alumnos inscritos en esta apasionante forma de arte lo primero en lo que me enfoco es en el conocimiento y posibilidades de la acuarela y en la confianza a la hora de aplicarla. Aquí podemos ver unas sandias con rosas a dos tonos básicos y una débil sombra azul el trazo a lápiz casi ha sido eliminado, las pinceladas son firmes y seguras, a sus 9 años este estudiante de arte y del homeschooling muestra grandes avances en cuanto a la confianza en su aplicación.
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