lunes, 12 de diciembre de 2011

Bob Ross por Francisco González Reyna.

4ª parte. El programa de televisión.

El placer de pintan icónico programa de Bob Ross y el principal medio difusión para su arte se emitió en una cadena pública en los estados unidos y Canadá, la emisión comenzó en el año de 1983 y se mantuvo hasta 1995. Con un reducido espacio totalmente en color negro, un gran caballete que cubría la mitad del escenario y los materiales básicos la luz primordial se aplicaba directamente en el lienzo.
Bob Ross enseñaba con singular alegría a los telespectadores a pintar al óleo deliciosos ejemplos de paisajismo, la naturaleza era la principal protagonista de cada lienzo fresco. Cada episodio duraba media hora, mientras pintaba con preclara facilidad enseñaba su técnica particular que hacia de la pintura al oleo algo fácil de aprender, a veces en la emisión aparecían ardillas que él mismo recogía, amante de la naturaleza improvisaba en una cabañita junto al bosque un hospital para animales heridos.
Al principio de cada episodio presentaba los colores básicos (siempre su combinación eficiente) que iba a necesitar y empezaba a pintar sobre una superficie previamente preparada, con base blanca. Solía pintar escenas de lagos, ríos y árboles, claramente inspiradas por su estadía en Alaska cuando era mie
mbro de la Fuerza Aérea.
Utilizaba la técnica de pintura húmeda sobre húmedo lo cual hacia que los principiantes sintieran la fluidez en cada trazo. Sus seguidores le enviaban los cuadros que pintaban inspirados por él. En los créditos de su programa aparece el nombre de Bill Alexander su maestro de pintura.
Bob utilizaba diminutivos y adjetivos alegres para referirse a sus pinturas, como happy little trees (arbolitos felices) y pretty little mountains (montañitas bonitas). Además, hacía ruidos extraños con el argumento de que si se pintaba sin hacerlos, el trazo no saldría bien. También culminaba sus episodios con "happy painting" (felices trazos), y siempre nos recordaba que en el leo no había errores solo “happy accidents” (accidentes felices) demostraba su entusiasmos y el como le encantaba pintar con sus viejos instrumentos como su “viejo pincel de abanico”. El principal legado de Bob Ross plasmado en su programa de televisión y videos es el hecho innegable de que acerco la pintura a todo el público, introdujo las técnicas en cada hogar donde lo sintonizaban, no importaba si habías estudia arte previamente podías ver el programa comprar tu material y comenzar a pintar.
Es precisamente este
logro el que le causo sus ma
s grandes detractores, pues el
mundo de la pintura y el arte en general siempre ha sido un circulo muy cerrado, egoísta, elitista, en fin el que una persona revelara que la pintura era un arte que con una técnica adecuada podía ser realizado por cualquier entusiasta que simplemente quisiera expresar algo realmente hizo enojar a muchos pintores de academia incluyendo algunos maestro que tuve en Guanajuato y con esto no quiero decir que estos maestros son malos, solo comento su posición con respecto al fenómeno del placer del pintar. Se enojaron tanto como los magos cuando sus secretos fueron revelados por el enmascarado en aquel programa que muchos recordaran “los mejores secretos de los magos al fin revelados” en fin la verdad es que por cada cientos de admiradores de Bob habrá un detractor y seguramente será un colega que creerá que pierde lo que lo hace especial, pero el conocimiento es para todos y hay que compartirlo tal y como Bob nos enseño y eso es lo que yo también intento hacer en cada salón de clases en el que imparto arte, no importa si es una academia o una casa de la cultura o un centro social, la idea es seguir difundiendo el mensaje de Bob Ross.

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